
artesania – 1


corcho y madera

Javier Tordesillas Ortega
Introducción
En primer lugar habría que empezar por respondernos esta pregunta:
– ¿Qué es la artesanía?
Sería toda aquella actividad encaminada a producir bienes mediante procesos manuales con la ayuda de herramientas y máquinas sencillas.
El artesano únicamente será capaz de conseguir una producción un tanto limitada de sus obras a las que se puede atribuir un carácter singular. Este tipo de trabajos están totalmente alejados de los procesos industriales con producciones masivas e impersonales. Las obras que salen de las manos de los artesanos tienen su impronta, su toque personal, y muchas son consideradas verdaderas obras de arte.
En la mayoría de los casos los artesanos obtienen sus materias primas en un entorno próximo.
El origen de la artesanía se encuentra ya en el Paleolítico, cuando el hombre primitivo crea los primeros útiles y objetos para hacerse más fácil la obtención de los recursos que le brinda la naturaleza. Le servirán de ayuda para sacar adelante su vida y la de la tribu.
En el Neolítico al aparecer la agricultura y ganadería, se irán especializando en determinadas tareas a la hora de elaborar herramientas, tejidos, curtir pieles y objetos de cerámica.
Según fue avanzando la Historia, aparecieron muchos oficios artesanos, irán proliferando talleres que servirán de apoyo a la vida en el campo y en la ciudad.
Con la aparición de la Revolución Industrial en el siglo XVIII en Gran Bretaña y su difusión en el XIX por otros países, se fueron produciendo una serie de transformaciones económicas y sociales que ya no tendrían marcha atrás.
Al ir cambiando los sistemas de producción, los talleres artesanales fueron perdiendo importancia y muchos de ellos desaparecieron en aras de la pujanza de la industria. Poco a poco la artesanía quedaría relegada a un segundo plano e incluso hubo épocas en que estuvo infravalorada y muchos artesanos abandonaron sus oficios.
Afortunadamente, pasado un tiempo, la artesanía se ha valorado en su justa medida, se han reconocido sus raíces culturales y en gran medida se ha evitado su desaparición. Sin lugar a equivocarnos, se puede afirma que España es muy rica en artesanía y otro tanto podemos decir nuestra región, Castilla – La Mancha, donde se apoya a los artesanos y se organizan exposiciones y ferias para promocionarla.
En la localidad de Navas de Estena en el pasado existieron alguna herrería y carpintería que se podrían considerar artesanales, en la actualidad únicamente funciona un taller de taxidermia que trabaja trofeos cinegéticos de caza mayor.
Frente a esta idea de artesanía profesional encontramos otra artesanía, la popular, realizada principalmente en el medio rural con un sentido utilitario. A esta es a la que dedicaremos aquí nuestra atención.
En la localidad de Navas de Estena de siempre se han realizado trabajos con diferentes materiales del entorno, con ellos se elaboraban utensilios para satisfacer ciertas necesidades en los hogares y en las labores del campo.
El aislamiento secular que sufrieron estas tierras y la falta de recursos económicos forzaron a sus habitantes a ingeniárselas para sacar provecho del entorno, para obtener lo necesario para ir viviendo y ellos mismos debían ser los que elaborasen parte de sus herramientas y enseres. En tiempos más recientes, el nivel económico de la población aumentó y esto ya permitió el adquirir bienes venidos de fuera. Se dejaron de elaborar ciertos objetos con sentido utilitario, pasaron a realizarse como piezas de decoración y finalmente, al hacerse mayores los que las realizaban, se dejaron de producir.
En Navas las materias primas a las que se tenía acceso eran el corcho, madera, lana, mimbre, caña, cuero, cuerno y asta de ciervo. Gracias a ellas se hacían diferentes objetos útiles en la vida diaria de la población.
En un principio nos centraremos en los objetos elaborados con corcho y madera, dejando los otros para más adelante.
el corcho
Como ya se sabe, el corcho se obtiene de la corteza del alcornoque (Quercus suber). Es un árbol de hoja perenne propio de la cuenca mediterránea occidental y principalmente se da en Grecia, Portugal, España y Marruecos. Es de crecimiento lento, pero es longevo y donde mejor se desarrolla es en las rañas y solanas de monte.
El corcho en los Montes de Toledo actualmente se recolecta cada diez años aunque hay algunas regiones de nuestro país en que esa periodicidad puede variar.
La extracción del corcho («descorche», «la saca») la realizan cuadrillas de trabajadores especializados («corcheros»), suele hacerse en los meses de más calor del verano porque es cuando mejor se desprende del tronco y además en esa época no se perjudica al crecimiento vegetativo del árbol. Se efectúa con un hacha especial y con la ayuda de una pértiga de madera con un extremo en bisel («burja»). Al alcornoque se le hacen dos cortes en todo su perímetro, uno en su parte inferior y otro por arriba, que servirán para delimitar la zona del tronco de la que se desprenderá el corcho. Después, según el grosor del tronco, se hacen unos cortes verticales para determinar las planchas («corchas») que se obtendrán. Acto seguido, se marcan más los cortes realizados previamente, pero sin llegar a producir daños en la madera y se van desprendiendo las planchas con la ayuda del hacha y de la pértiga. Generalmente se quita el corcho hasta la altura de las primeras ramas («hasta las cruces»). Finalmente, el corcho se acumula en algún claro del monte para que desde allí se vaya trasladando a lomos de caballerías hasta un lugar al que pueda acceder un tractor o un camión para llevárselo («cargadero»).
El trabajo de los corcheros es muy duro, su jornada suele comenzar temprano y pasadas dos o tres horas del medio día se termina. Así se evita que los trabajadores se expongan a los rigores del sol de la tarde. Además, hay que tener en cuenta que muchas veces se efectúa en terrenos accidentados por lo que deben estar en buena forma física.
A un alcornoque no se le quita el corcho hasta que tiene veinticinco o treinta años, se le denomina corcho «bornizo» (el utilizado en decoración de los belenes). Será a partir del segundo descorche cuando empezará a tener las características idóneas para su uso industrial o artesanal, es el corcho «segundón».
De siempre, en la industria se ha empleado para la elaboración de tapones aunque con el paso del tiempo se han ido ampliando sus aplicaciones. Ahora también se fabrican con él revestimientos acústicos y térmicos, juntas de estanqueidad, elementos decorativos e incluso, con el debido tratamiento, se elaborar bolsos y prendas de vestir.
El corcho es un material que resiste muy bien ante los agentes atmosféricos y un trozo en la naturaleza puede tardar bastantes años en descomponerse.
Tradicionalmente en el medio rural, donde lo había, se ha utilizado para elaborar objetos de uso diario en el ámbito doméstico y laboral. Como es lógico pensar, con el paso del tiempo ha ido cayendo en desuso, ha dejando paso a otros materiales y objetos con unas prestaciones mejores.
Se puede afirmar que ya únicamente se utiliza en la industria y por parte de algún que otro artesano.

ALCORNOQUE DESCORCHADO


TROZO DE CORCHO CON RESTOS DE TRES DESCORCHES
CORCHO «BORNIZO»

CORCHO «SEGUNDÓN»
PREPARACIÓN DEL CORCHO
Para poder utilizar el corcho con el fin de elaborar algún objeto se debe seguir el siguiente proceso y así obtener el material adecuado:
1- Selección de las planchas adecuadas en cuanto a su densidad y grosor.
2- Sumergir los trozos de corcho en agua o cocerlos.
3- Poner los trozos de corcho bajo peso (casi siempre se han utilizado piedras) hasta que se seque, así se consigue que queden planos.
4- Cortar con la ayuda de una navaja o alguna cuchilla bien afilada los trozos necesarios para realizar la pieza, siempre dejándolos algo más grandes.
5- Desbastar todas las piezas y dejarlas con las medidas adecuadas.
6- Si se desea decorar alguna de sus caras, en principio debe dibujarse el motivo y después ir grabándolo mediante incisiones realizadas con bastante precisión. Las formas más usuales solían ser cuadrangulares, circulares y estrellas en las que se practicaban rebajes triangulares. Para dibujar las formas circulares se utilizaba una horquilla de jara de las medidas adecuadas utilizándola a modo de compás.
7- Finalmente, se ensamblaban las piezas con la ayuda de clavos hechos con trozos de jara con la medida adecuada.
objetos que se realizaban en corcho
almirecero colador colmena
costurero cucharero cucharro
huso jaula maceta
panera quesera salero («herrá»)
tajo testarro zambomba
Con toda seguridad, las piezas que más se realizaron fueron las colmenas puesto que la apicultura, desde tiempos inmemoriales, se viene practicando en todos los Montes de Toledo. Las colmenas de corcho se han utilizado durante siglos, las fabricadas en madera aparecieron en épocas recientes con el objetivo de mejorar su rendimiento, facilitar su manejo y transporte.
En el trabajo «Los topónimos de Navas de Estena y su entorno», en el apartado «Posadas de colmenas» ya se explicaba de forma sencilla como se elaboraban las colmenas y el nombre de sus partes. Se reproduce de nuevo aquí por considerarlo de interés:
Las abejas se cobijaban en colmenas elaboradas con corchos obtenidos en una pieza con la forma del tronco o con planchas que se unen con clavos de jara, en ambos casos se les ponía una cubierta («el témpano»), se les instalaba en el interior unos palos cruzados para que sirviesen de ayuda en la sujeción de los panales («trancas»), se les practicaba una ranura en la parte frontal para que entrasen y saliesen las abejas («piquera») y finalmente se embarraban para cerrar los agujeros y ranuras. Para aislarlas del suelo se solía poner una plancha de corcho («solera»). Como herramientas de trabajo se utilizaban una palanca y un cucharón («sacaera»).
trabajos realizados en corcho


F1: CUCHARRO F2: TESTARRO CON CUCHARRO


F3: TESTARRO CON CUCHARRÓN
F4: TAJO

F5: TAJO

F6: TAJO


F7: TAJO F8: TAJO



F9: SALERO F10:SALERO F11:SALERO


F13: PANERA

F14: PANERA
F12: COSTURERO

F15: PANERA

F16: SALVAMANTELES

F17: ALMIRECERO

F18: TORTUGA

F19: BOTES Y PALILLEROS

F20: HUCHA

F21: COLMENA

F22: MACETA
la madera
De siempre en Navas se ha tenido fácil acceso a diferentes tipos de maderas al estar la localidad rodeada de montes. Los árboles más abundantes son las encinas, alcornoques, quejigos, robles, fresnos, alisos y arces (el pino es una especie introducida hace unas décadas, es una especie alóctona). Tradicionalmente de ellos se ha obtenido la madera para cubrir las necesidades de sus habitantes, ya fuese utilizándola como leñas para sus hogares, para la elaboración de carbón o para hacer pequeños muebles, recipientes y herramientas. Estos últimos usos son los que consideraremos aquí como trabajos artesanos y que por evolución en los modos de vida se han ido dejando de elaborar y emplear.
objetos que se realizaban con madera
almirecero artesa astil
banco banqueta cachimba
cantarera castillejo cierre de zurrón
cincho de queso cogedor copa
copa con bola costurero cuchara
cuchara de zurrón cucharero cucharón
garabatos garrota garrote
horca horquilla horquillo
hortera jarra jaula
juego de la calva molde de adobes mortero
pala quesera restregadera
salero tenedor vaso
yugo
proceso de elaboración
Las maderas que más se utilizaban para realizar los objetos anteriores eran las de fresno, chopo, arce y encina.
Por lo general, los trabajos en madera eran más elaborados que los de corcho y requerían de más pericia por parte de las personas que los realizaban (aunque solían ser las mismas que utilizaban corcho o madera). En cuanto a las herramientas, utilizaban la navaja, cuchillas, escofina, azuela, sierra y berbiquí.
A la hora de realizar una pieza, después de elegir la madera más adecuada, cortaban el trozo que consideraban necesario, lo desbastan e iniciaban la talla un tanto en bruto; después iban tallándola ya en fino y finalmente la decoraban con similares motivos a los empleados en el corcho.
Algunas piezas ofrecían un mayor grado de dificultad al tallarlas, requerían de mucha paciencia y habilidad puesto que de un mismo trozo de madera obtenían varias piezas unidas entre sí. Es el caso de de las cucharas y tenedores unidos por una cadena, de las copas con una bola en el interior de su base o de tablas en las que cuelgan diferentes elementos.
trabajos realizados en madera


F23: CUCHARA Y TENEDOR F24: CUCHARAS DE ZURRÓN


F25: CUCHARA DE ZURRÓN F26: CUCHARAS, TENEDORES Y BOTE

F27: CUBIERTOS EN CADENA

F28: CUBIERTOS EN ANILLA

F29: CUBIERTOS EN ANILLA

F30: CUCHARÓN

F31: CUCHARÓN

F32: CUCHARONES

F33: CUCHARÓN Y HORTERA

F34: CUCHARÓN, SALERO Y CUBIERTOS

F35: ESPUMADERA

F36: HORTERA

F37: HORTERA CON MACHACADOR

F38: CENTRO DE MESA


F39: PALANGANA F40: MORTERO


F41: SALERO F42: HORTERA Y MORTERO

F43: COPAS


F44: COPA F45: JARRAS

F46: COPA CON BOLA Y COPA

F47: CUCHARERO

F48: CUCHARERO

F47: CUCHARERO


F50: RÉPLICAS SOBRE TABLE EN UNA PIEZA F51: CARRETILLA

F52: CENTRO DE MESA

F53: CIERRE DE ZURRÓN

F54: CACHIMBAS


F55: GARROTAS Y GARROTES F56: GARABATOS


F57: ÚTILES PARA ELABORAR QUESO
F58: RESTREGADERA

F59: CARRETA


F60: COLGANTES DE BELLOTAS F61: CIGÜEÑA

F62: YUGOS

F63: COLGANTE DE BELLOTA
AUTORES DE LOS TRABAJOS PRESENTADOS
OBRAS
– Arroyo García, Emiliano : F13, F14, F17, F40, F42, F56, F57, F58, F62
– Calvo García, León : F5, F12
– Carraco Rodríguez, Serafín : F20, F27, F50, F52, F59
– García García, Melchor : F10, F23, F30, F37, F39, F41, F43, F44, F47, F48, F54
– García García , Silvano : F31, F35
– García Rodríguez, Pablo : F1, F3
– Gutiérrez Valero, Hipólito : F6, F7, F46, F60, F61
– Martín García, Jose Luis : F2, F18
– Muñoz García, Dionisio : F4, F33, F53
– Muñoz Lorente, Celedonio: F8, F9, F11, F16, F24, F26, F28, F29, F32, F34, F36, F38, F45, F49, F51
– Muñoz Serrano, Valentín : F55, F63
cONSIDERACIONES FINALES
La presentación que se ha hecho de los trabajos en corcho y madera responde claramente a un interés por mostrar de una forma sencilla aquellos objetos que en el pasado se venían realizando en Navas de Estena con esos materiales (de igual forma se hacían en otras localidades de lo Montes de Toledo), la gran mayoría de ellos se elaboraban con un objetivo utilitario, los menos con una finalidad estética.
Aunque ya se han perdido bastantes muestras de esta artesanía popular, es de destacar que algunas familias atesoran con verdadero cariño e interés aquellas piezas que hicieron sus abuelos, padres y esposos. Están contribuyendo a conservar el patrimonio cultural del pueblo puesto que representan una riqueza etnográfica que es obligado conservar, que no nos debemos permitir perder.
No estaría de más el intentar que algunos jóvenes las aprendiesen y practicasen para que no caigan totalmente en el olvido. Quién sabe si alguno de ellos podría dedicarse a ello de forma profesional si tuviese los apoyos institucionales necesarios.
Otra medida a tener en cuenta es la posible creación de un museo etnográfico, en él se podrían exponer aquellos materiales que representen la vida en el pasado de nuestro pueblo, sus trabajos, sus tradiciones, etc. Se estaría contribuyendo a la difusión y conservación de una parte de la cultura rural, que tan amenazada está en estos tiempos.
Navas de Estena, 22 de Diciembre de 2023
Javier Tordesillas Ortega