LOS PRIMEROS POBLADORES DEL VALLE DEL ESTENA
(LOS PRIMEROS NAVASDETENEROS)
Si queremos saber quiénes fueron los primeros pobladores del entorno de nuestro pueblo deberemos echar marcha atrás en el tiempo y remontarnos a la Prehistoria, más concretamente al Paleolítico Inferior.
Como sabemos el Paleolítico es un amplio espacio de tiempo que se extiende desde la aparición de los primeros homínidos en el Pleistoceno hasta el inicio del Neolítico, abarca al menos unos tres millones de años y es con notable diferencia la etapa más larga de la historia de la humanidad. Es un periodo en el que gracias a la evolución aparecen y desaparecen diferentes especies de homínidos para dar paso al final al homo neanderthalensis y al homo sapiens.
Los dos especies anteriores vivieron en el Paleolítico e incluso llegaron a convivir juntas. Eran nómadas que vivían de la caza, pesca y recolección de frutos silvestres (cazadores-recolectores); cuando los recursos naturales de una zona se agotaban o su obtención era dificultosa terminaban por trasladarse a otro sitio y a veces regresaban de nuevo pasado un tiempo. Normalmente se agrupaban en clanes o grupos familiares no muy numerosos dirigidos por un líder, generalmente la persona con más experiencia o edad. Para ellos el recurso más importante era la caza y gracias a ella conseguían el aporte principal para su alimentación, pero igualmente actuaban como carroñeros cuando acechaban a los depredadores y les quitaban sus presas o parte de ellas.
La llegada del hombre primitivo al valle del Estena debió estar motivada por la búsqueda de caza y posiblemente se tratase de expediciones itinerantes. Como los cursos de agua eran los espacios por donde con más frecuencia se desplazaban es fácil intuir dos posibles vías de acceso. La primera podría ser remontando el curso del río Estena y la segunda, la más probable, sería el paso desde el río Bullaque a la raña para así acceder al valle. Dado que los asentamientos prehistóricos no deben de estudiarse de forma aislada, sino dentro de un contexto más amplia, esta segunda vía quedaría relacionada con los yacimientos de Las Tiñosillas y de Las Casas del Río de Porzuna y más ampliamente con los de la cuenca del Guadiana.
A juzgar por el número de las herramientas encontradas se podría afirmar que debió tratarse de un grupo de personas no muy numeroso que vinieron de forma esporádica o permanecieron poco tiempo y se marcharon de forma definitiva.
Se establecieron en lugares un tanto elevados y al abrigo de los vientos dominantes. Al no existir resguardos naturales debieron construir cabañas en las que protegerse de las inclemencias del tiempo.
CEPILLO CANTO TALLADO
El paisaje que encontraron era parecido al actual, salvo que las rañas aún no se habían conformado definitivamente y la red fluvial no estaba tan «encajada» como lo está actualmente, discurría por niveles más elevados. El clima fue bastante cambiante debido a que hubo periodos fríos y cálidos por efecto de la influencia de las glaciaciones e interglaciaciones que afectaron más directamente a otras latitudes de Europa. La vegetación se vio afectada por esos cambios climáticos y aunque ya existía el bosque mediterráneo también había especies vegetales propias de climas fríos que con el avance de un clima cálido de forma definitiva se hicieron relictas. Actualmente ese tipo de vegetación únicamente se encuentra en áreas muy reducidas que mantienen un mayor grado de humedad y recuerdo de aquella época son los pocos tejos, abedules, acebos y helechos que aún hoy podemos observar.
Para fabricar sus herramientas utilizaban piedra, madera, asta, cuero e incluso fibras vegetales; cubrían su cuerpo con pieles que previamente curtían y utilizaban el fuego para asar la carne y calentarse. Algunos de los materiales que usaron para fabricar sus útiles tenían un carácter perecedero, estos desaparecieron con el paso del tiempo y solamente nos han llegado los de piedra.
Las herramientas del Paleolítico hechas con piedra se caracterizan por estar confeccionadas mediante talla por percusión, es decir, se hacían golpeando en primer momento con un percutor duro la pieza a tallar (El percutor era una piedra que hacía las veces de martillo) y después se retocaban con un percutor blando (Un fragmento de asta o de madera). Empleaban materiales de una dureza considerable, tales como el basalto, cuarzo, cuarcita y el sílex. Este último era el más apreciado por la facilidad que presentaba a la hora de tallarlo dado que se fractura con relativa facilidad en forma concoide. El proceso seguido en la talla fue evolucionando desde el Paleolítico Inferior hasta el Paleolítico Superior, se perfeccionó y llegó a ser más preciso.
El material recogido en el término municipal de Navas está realizado en cuarcita ya que es la roca que más abunda y se encuentra por cualquier lugar, ya sea en las pedrizas o en las rañas. La forma de trabajar las piezas es muy característica del Paleolítico Inferior y está definida por los arqueólogos como Modo 2 correspondiente al periodo Achelense (300.00 – 80.000 a. C).
TRIEDRO BIFAZ
En cuanto a la tipología de piezas se han encontrado lascas de desecho, lascas de utilización, cantos tallados por un borde, cantos tallados por dos bordes, cepillos, núcleos, raederas, hendedores y bifaces.
(Síntesis del trabajo propio «Los primeros habitantes del valle del Estena»).
Navas de Estena, 20 de Octubre de 2018
Javier Tordesillas Ortega